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📘Ley contra el Desperdicio Alimentario: Resumen práctico

Se ha dado un paso decidido en la lucha contra el desperdicio alimentario con la aprobación de la nueva Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario, una normativa pionera que entrará en vigor en marzo de 2026. Su objetivo es claro: transformar nuestra relación con la comida, proteger el planeta y reforzar la justicia social.

Os dejamos un resumen con la información más relevante, las acciones a llevar a cabo en cada tipo de establecimiento y el punto de partida para ponerse en marcha con el cumplimiento.


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🥦 ¿Por qué es necesaria esta ley?

El desperdicio alimentario es un problema global con consecuencias dramáticas:

  • Se estima que se pierde entre el 25% y el 30% de los alimentos producidos en el mundo, con un coste económico superior a 728.000 millones de euros al año.

  • El desperdicio alimentario es responsable de hasta un 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

  • Tiene un impacto negativo en la seguridad alimentaria, los recursos naturales y la lucha contra el hambre.


📍 ¿A quién afecta y qué establece?

Esta ley afecta a todas las empresas de la cadena alimentaria que no sean microempresas y se basa en una jerarquía de prioridades de obligado cumplimiento. Su alteración debe estar técnicamente justificada:

  1. Prevenir: evitar que se genere desperdicio mediante una mejor planificación, previsión y adaptación de los procesos.

  2. Donar: entregar los alimentos aptos a entidades sociales, garantizando la seguridad y la trazabilidad.

  3. Reutilizar: aprovechar los productos descartados para otras elaboraciones en cocina y destinar el resto a la alimentación animal.

  4. Reciclar: transformar los residuos en compost, biogás u otros usos industriales.

  5. Eliminar: como último recurso, sólo si no hay alternativa viable.    


Incluye obligaciones para todos los actores de la cadena alimentaria:

  • Disponer de un Plan de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario.

  • Aplicar la jerarquía de prioridades obligatoria.

  • Cuantificar y registrar anualmente el desperdicio generado.

  • Facilitar que los clientes se lleven la comida no consumida en los restaurantes, sin coste adicional.

  • Fomentar buenas prácticas: uso de envases sostenibles, formación del personal, optimización de menús.

  • Promover la donación segura y con la trazabilidad adecuada.


🔍Os indicamos más concretamente qué acciones específicas será necesario llevar a cabo en cada tipo de empresa de restauración:


🏥 Restauración colectiva (hospitales, residencias, colegios, cocinas centrales):

  • Creación e implantación obligatoria de un Plan de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario antes de marzo de 2026.

  • Registro obligatorio de la cuantificación y análisis de residuos.

  • Formación del personal adaptada a cada categoría.

  • Coordinación con subcontratas e integración del plan en toda la estructura del centro.

  • Aplicación de protocolos en servicio, cocina y recepción.


🍽️ Restauración comercial (restaurantes, buffets, catering, hoteles):

  • Implementación de planes progresivos de reducción, en marcha antes de marzo de 2026.

  • Obligación de ofrecer envases reutilizables o reciclables para llevarse la comida sobrante (excepto buffets).

  • Medición del desperdicio por zonas (almacén, cocina, servicio).

  • Optimización de la carta, raciones y compras según la demanda.

  • Participación activa en campañas de sensibilización para el cliente.


🍅 Cocinas centrales y obradores:

  • Creación y aplicación de un Plan de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario antes de marzo de 2026.

  • Cuantificación del desperdicio en cada fase del proceso (recepción, almacenamiento, producción, servicio).

  • Uso de registros específicos para el pesado y cubos.

  • Optimización de la oferta gastronómica para reducir sobrantes.

  • Priorizar productos de temporada, a granel o con fecha de caducidad próxima.

  • Formación del equipo para adaptar los procesos con este objetivo.


💡 Conclusiones:

Desde AGAR, consideramos que esta ley supone una oportunidad clave para profesionalizar aún más el sector, mejorar la sostenibilidad y ser referentes en buenas prácticas alimentarias.


Con nuestra experiencia durante el último año implementando sistemas de control del desperdicio en comedores escolares, hemos observado varios resultados:

·       Planificación de menús más ajustada.

·       Reducción significativa de la comida sobrante.

·       Sensibilización del alumnado y del equipo.

·       Mejor gestión de compras y eficiencia operativa.

 

✅ ¿Qué podéis empezar a hacer?

  • Implantar controles de peso y análisis de causas en cocina y servicio.

  • Formar a vuestro personal.

  • Rediseñar menús y procesos pensando en el aprovechamiento.

  • Comunicar vuestro compromiso a clientes y comensales.


¿Necesitáis ayuda?

¿Necesitáis ayuda? Desde AGAR podemos acompañaros en cada paso: desde el diagnóstico y la planificación, la digitalización y monitorización de datos, hasta la formación y el seguimiento.


Reducir el desperdicio no es solo una obligación legal, es un compromiso con el futuro y además ¡es rentable!

 


 

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