La próxima Temporada Alta empieza ahora
- Ines Garcia Ariza
- 12 nov
- 4 Min. de lectura

En AGAR, cada año por estas fechas, ayudamos a nuestros clientes de Hoteles, Campings y Restaurantes a trazar su Hoja de Ruta para la próxima temporada, un “mapa” que nos permite planificar con antelación, reducir imprevistos y asegurar resultados.
Te detallamos este paso a paso para mejorar la rentabilidad y trabajar con más tranquilidad cuando llega la temporada fuerte.
1. Punto de partida: Analizar la temporada pasada
Además de mirar números globales, revisamos qué ha pasado en cada área.
Oferta gastronómica: identificar los platos y bebidas más vendidos, los que no funcionaron y aquellos que podrían mejorar con algún ajuste.
Organización del equipo: revisar turnos, cargas de trabajo y comunicación entre cocina, sala y gestión. ¿hay situaciones con cuellos de botella?
Planificación de producciones: evaluar si la previsión fue realista, si hubo desperdicio o sobreproducción y cómo se gestionaron los picos de demanda.
Infraestructura y maquinaria: detectar qué equipos necesitan mantenimiento, renovación o mejora para evitar sorpresas en plena temporada.
Espacios y experiencia del cliente: analizar la distribución del comedor, flujos de servicio y confort. A veces, pequeños cambios pueden mejorar mucho la operativa y la satisfacción.
2. Definir los objetivos y presupuesto para 2026
Tener metas claras es el primer paso para poder medir resultados y hay que traducirlas en cifras concretas.
Empezamos por establecer un presupuesto detallado para los principales indicadores del negocio, que será la guía de decisiones que orientará la gestión durante todo el año.
Ingresos, desglosados por punto de venta o tipo de servicio (restaurante, bar, eventos, take away, etc.).
Coste de materia prima, ajustado a la previsión de ventas y a las posibles variaciones de precios.
Coste de personal, teniendo en cuenta el calendario, refuerzos de temporada y objetivos de productividad.
Costes de estructura: suministros, mantenimiento, alquileres, servicios externos…
Y, por supuesto, el objetivo de rentabilidad, tanto en valor absoluto como en porcentaje sobre ventas.
Estos datos quedan reflejados en un Cuadro de Mando digital, que permitirá revisar mes a mes si los objetivos se cumplen, detectar desviaciones y actuar a tiempo.
3. Revisar y actualizar la oferta gastronómica
La nueva oferta debe partir del análisis previo. Los datos de la temporada pasada son la mejor herramienta para decidir qué mantener, qué mejorar y qué eliminar.
Se revisan a fondo los escandallos de cada plato, gramajes e ingredientes, también valorando que a veces un plato resulta atractivo sobre el papel, pero su dificultad de elaboración lo hacen inviable en momentos de alta demanda u otros que, sin ser un éxito en ventas, aportan valor a la experiencia del cliente.
Tampoco olvidamos las nuevas tendencias para incorporar pequeñas novedades que mantienen la oferta actualizada y competitiva.
Como solemos decir: la rentabilidad también se cocina con una carta bien pensada.
4. Evaluar y comparar proveedores
Con la revisión de la oferta, toca revisar proveedores y comprobar si los acuerdos actuales siguen siendo los más adecuados.
Se analizan precios, evolución y volumen de compra real de cada materia prima. Estos datos nos permiten ver qué productos han tenido mayor impacto en los costes y dónde hay margen de mejora.
Se revisa también la calidad, la fiabilidad en las entregas y los plazos de servicio. Creemos que en la temporada alta, el proveedor que responde a tiempo y mantiene la calidad vale tanto como el más barato.
Con esa información, hay que negociar con tiempo y con datos. Anticiparse permite comparar, renegociar y planificar compras estratégicas, asegurando precios y servicio.
5. Plan de formación del equipo
Este punto es tan importante como los demás, pero no se le suele prestar mucha atención: Además de planificar las nuevas incorporaciones, ¿Qué perfiles de nuestro equipo necesitarán refuerzo o actualización antes de la próxima temporada?
La situación actual en el mercado laboral no es fácil, siendo muy complicado encontrar perfiles cualificados para la temporada alta. Por eso siempre es una buena opción identificar a qué personas del equipo podemos reforzar con formación en nuevas elaboraciones o competencias de gestión, ventas o digitalización.
Escuchar al equipo y hacerle partícipe de este plan también genera una cultura de mejora continua.
6. Diseñar el Calendario operativo
Con todo lo anterior definido, llega el momento de concretar la planificación anual para poner orden, fechas y responsables a cada una de las acciones previstas.
Establecemos un calendario realista de implementación, donde se detallan las fechas todas las acciones de los puntos anteriores y así asegurarnos de que se cumplen a tiempo.
Lo diseñamos como una herramienta viva que se revisa con frecuencia y nos permite tener visión sobre todo el proceso.
En AGAR trabajamos esta Hoja de Ruta con cada cliente, adaptándola a su realidad y a su tipo de negocio, diseñando la temporada con previsión, análisis y decisiones a tiempo.
¿Planificamos juntos el próximo año de tu negocio? Llámanos y empezamos.

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